Eres etéreo, tengo el presentimiento de tu mezcla con las nubes y un poco del drama en el atardecer. Eres etéreo, puedo verte y a la vez no estás, puedo sentir que toco tu cuerpo y al mirar fijamente solo acaricio el viento fresco.
¿Me comprendes? No lo creo, exigías más de lo que tu persona falsificada podía ofrecer, oscilabas entre la realidad y tu plan. Es difícil explicar la manera en que los ojos le curan la ceguera al corazón.
Eres etéreo, lo sé, solía mirarte con el alma y tocarte con mi voz, solía dormir y viajar a tu lado mientras soñaba, solía amarte en mi predicción. Todo desvaneció, grata sorpresa, más que un sueño, un truco, un punto a mi favor.
Mírame, siempre seré la misma persona a quien conociste, a quien admirabas, a quien alentabas. ¿Y yo? ¿Dónde quedó la persona de la solía enamorarme cada mañana? ¿Cuando las noches eran largas quién me arrullaba en realidad?
Etéreo, amargo trago que se alivia con sonrisa, con lágrimas que pronto perderán el sabor a sal, con preguntas fugaces al cielo, con los sueños que en algún momento querrán nacer y saltar.
Hoy me postro frente a ti, con la duda entre mis labios, con la duda perfumando cada centímetro de mi piel y no puedo negarte entonces que aún te amo.
Secrets and other stories 
Deja una respuesta