Ahí esta mi error del momento casual: No puedo detener es el deseo de repetirlo.
Obtener más.
Otra vez.
Necesito sentir sus manos sobre mi cintura y sujetando mi cabello; necesito sus labios en mi cuello, mis pechos y más abajo también; necesito su poca delicadeza hurtando mi físico completo; necesito sus gestos tan cómodos y la seguridad de su voz…
Todo otra vez, erizando mi piel y haciendo temblar mi vientre; un conjunto de explosiones concentrándose en el secreto entre mis piernas.
Diversión, lo quiero hacer de nuevo.
¿Cuántas casualidades podremos tener en tu cama?
Responder