Estoy aquí sentada, a punto de llorar.
No debí jugar ni meterme en tu cama, no debí crear ilusiones sobre que me buscarías un tantito más. Habría deseado que te fijaras un poco más en mí, tal vez no te conozco ni poquito… Sin embargo, interesante era la palabra para describir la situación.
Detesto haber conseguido lo que quería, entonces me aburro y deseo más.
Me doy cuenta que habría dado mucho por enamorarme de ti, por tenerte enamorado de mí.
Y si, estoy llorando ya.
Responder