El único problema es fijarme demasiado en su sonrisa, mucho más que en su cuerpo desnudo a mi merced cada vez que jugamos.
Candysh, ligeramente confundida en medio de la madrugada, recordando.
«Te odio solo un poco por haberte llevado el secreto de mis omóplatos entre los labios y no volver»
El único problema es fijarme demasiado en su sonrisa, mucho más que en su cuerpo desnudo a mi merced cada vez que jugamos.
Candysh, ligeramente confundida en medio de la madrugada, recordando.
Ay… la delgada línea!
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Que presiento se va a romper.
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