Él, un personaje alto, debe medir más de uno ochenta, porque yo le llego a la barbilla, de piel clara, ojos pequeños y oscuros, nariz grande, cabello castaño claro, complexión robusta, y creo que lo clasifico en cuerpo poco atlético últimamente. Poco importa, me fascina.
Él.
Me chupa la vida con cada penetración, con cada embestida, con cada caricia, con un apretón y muchas nalgadas.
Me chupa los senos también, y no le permito besarme el cuello.
Me chupa la timidez, el pudor, lo artificial.
Entonces él lame mi piel, lame heridas sin saber… Él lame hasta volverme de colores y gemidos.
Jajaja espero que el resto del texto sea merecedor del titulazo! Gracias!
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titulazo! 🙂
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