Una vez más estuve en su puerta parada durante ocho minutos exactamente. Ocho minutos que me resultaron eternos y pensaba si era mejor irme, arrepentirme de estar arrodillada frente a él… Parecía que hace un mes, el retraso en mi regla no me puso los pies en la tierra; un retraso de tres semanas en las que pensaba que estar embarazada era realmente imposible si uno se cuidaba ‘siempre’, pero tres semanas en las que medité cuál habría sido mi elección: No, no resolví nada, era una chica confundida y muriendo de miedo.
Ahora recuerdo porque todo un mes no le hable y agradecí que él al estar ocupado trabajando todos los días no me hubiera buscado o entonces yo habría estallado en una crisis nerviosa. ¡Pum! No sabía si estaba embarazada o no y comprar una prueba me parecía estúpido, ‘era estrés’, me decía a mi misma.
Vuelvo al momento en que estaba de pie, en su puerta esperando a que bajara las escaleras y abriera, me invitara a pasar y entonces me cogiera, como de costumbre.
Después, mientras estaba yo a gatas encima de él, pensando la manera en llevar mis senos a su boca, con un gesto indescifrable en mi rostro y por dentro maldiciéndolo completamente, me dijo:
— Te estoy mirando y ya hasta puedo predecir tus berrinches… Estas a punto de hacer uno ¿No? ¿O me lo vas a negar?… ¿Lo vas a negar?
Entonces me sonrojé haciendo un puchero y moví mi cabeza respondiendo un ‘no’ porque no podía negar, preferí esconderme entre sus piernas y meter su verga en mi boca.
Esto para mí, ya era un desastre sentimental.
¿Dónde quedé? Resulta que nunca separé los sentimientos, así acepté jugar desde el inicio. Podía mentirle al mundo, al escribir, al hablar, pero no al pensar, muy dentro de mí sabía que quería enamorarme y quererlo.
Aún quiero quererlo, aún lo quiero para mí.
Thank you very much and happy weekend Candy….💗💗💗
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Where have you been? I love the trailers you post! New movies! ❤
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Entregarse sin límites a otro es despojarse de sí mismo. Los sentimientos nos recuerdan que debemos pensar en nosotros o si no el dolor de no tener el control de nada nos destrozará en poco tiempo.
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Creo que voy experimentando esa última parte, no tener el control, además de un corazón medio destrozado.
Besos!
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