Los años no pasan en vano, y durante estos dos años y unos cuantos meses todavía recuerdo lo mucho que te amé.
Nadie me hace sonreír desde entonces. A veces me haces falta y a veces no, sin embargo no volveré.
Y todo lo tengo atravesado justo ahora, como si ayer hubiera cumplido tres meses lejos de ti y ese personaje temporal entrara en escena.
¿Es maldición? ¿Acaso sólo tú podías amarme? Porque este nuevo persona es una copia del anterior, es repetir.
Parece un bucle infinito.
Y eso, miro por la ventanilla mientras me lleno de sentimiento, de recuerdos tuyos.
Responder