Tengo ganas de una noche en la cama con ese que pueda acariciar cada centímetro de piel fría y llena de tristeza, que observe mis labios en un tono morado y desee morderlos.
Tengo ganas de una noche en la cama con ese que pueda abrir mis piernas y calentar con sus dedos hasta saberme derritiendo y gimiendo, con el cabello enredado.
Tengo ganas de una noche con ese que pueda sobrevivir a mi cuerpo quieto y a merced, sin ganas de hacer algo pero si de dejarse hacer.
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