Sé que hay una parte de mí que te odia un poco por haberte llevado entre tus labios, el secreto de mis omóplatos y no volver, sonreír por última vez y no volver. He sumado tu rostro en la lista vigente “fotografías desenfocadas” porque no hubo nada diferente en ti, solo era yo rodeándote en todos los ángulos para resaltar tus ojos fríos que solo suspiraron por mí un día.
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