Me pregunté mientras te miraba “¿Estoy enamorada?”
Y reí al instante.
No, no.
Sólo te quiero por lo que dices; te estoy queriendo porque un pequeño rato bastó para sentir alegría, para marcharme sin exigir más tiempo de ti ni ofrecerte en exceso mi silencio; un pequeño rato bastó para quedar satisfecha hasta que, con mucha suerte, vuelva a encontrarte acompañado de tu honestidad e ironía tierna.
Candysh.
He escrito esto para dedicarlo a José de la Serna, un escritor que perforó mi corazón con sus letras.
Responder