He dejado de escribir sobre el último, sobre él, sobre el anterior, sobre los otros, sobre el primero.
Empecé a escribir sobre mí y lo que surge de la imaginación; ya no he buscado a otro hombre del cual volverme su víctima, he buscado a mi alma durante estos meses.
Quería saber si tenía una, quería saber si hay algo similar al infierno, al paraíso, la nada o el olvido.
Quería saber en qué escenario me quedaría, en caso de encontrarla y ponerme alguna religión que describa los sitios a los que asistes después de morir.
En realidad, si encontrara la existencia de un alma, pediría la reencarnación como mujer, otra vez… Y quien sabe, si se me pudiera conceder tener ciertos destellos de memorias pasadas para no repetir errores, para que con lo aprendido, haga elecciones más inteligentes.
_______________ Candysh.
Así fue como crecí, después de lanzarme al pozo más oscuro y asqueroso, entendí que nadie me empujó, yo caminé hacia él y estando alcoholizada sabía que no debía hacerlo.
Lo hice.
Me atraganté en agua sucia un tiempo.
Me cansé de gritar en mi interior y no hacer algo más.
Entendí que me tenía a mi misma, completa.
Salí.
Perdí a una persona importante, sigue por ahí viva pero ya no está a mi lado para consolarme o arrastrarme a viajes locos en el bosque y ríos.
Aprendí de su ausencia, aprendí que todo es consecuencia de una elección, la mía.
Deja una respuesta