El deseo de V

Ella creía que mi forma de amarla sería delicada, entre libros de poemas y hermosas fotografías, música suave y flores coloridas.

Tal vez no estaba del todo equivocada en que sería gentil al besar su alma y cuerpo, me gustaba poseerla y llenarla de mi caluroso amor, pero en ocasiones tenía esa sensación turbia de congelar instantes en donde ella mostrara todo ese amor que tenía hacia mí en el más íntimo momento.

Tener a tan divina mujer entre mis sábanas me provocaba mostrarle la forma en que yo la apreciaba y amaba, ella no podía imaginarse la magnitud de mi deseo sino era a través del lente de mi cámara…

Yo quería que se observara a si misma detalladamente mientras gemía, se tocaba, temblaba, mordía su labio. Todo en una sola escena, todo en una sola secuencia que capturara el magnífico camino hacía la culminación de su orgasmo mientras pensaba en mí, mientras me permitía fotografiar su cuerpo desnudo siempre en mi cama.

…

Yo quería contarle todo aquello que necesitaba de ella para sentirme seguro, para saber que su amor por mí no moriría, y que si me marchaba un tiempo, ella no desesperaría.