Introducción:
No puedo negar mi pequeña obsesión por su húmeda lengua, me fascina en exceso.
Cada vez que la visito por la noche al terminar el trabajo, lo primero que hago es ordenar que abra su boca y saque la lengua solo para sentirla tibia entre mis labios, después me gusta morderla con mis dientes tan fuerte hasta que ella gima de placer o golpee mi pecho porque le causo dolor. No puedo evitar reírme, casi siempre es lo segundo, pero la adoro porque intenta no herirme.
Cuando mi mordida le lastima lo suficiente, su exquisita sangre mezclada con saliva escurre a mi boca provocando mi excitación al instante. En ocasiones no logro contenerme y la poseo justo contra la puerta de la habitación, esto sin importar que los guardias del pasillo puedan escuchar el jadeo o sus gritos; y es que no solo es su lengua lo que muerdo, son sus muslos, su vientre, su cintura, su espalda, sus hombros, sus brazos y en ocasiones entre sus pechos.
Yo no voy a contenerme, ella es mi juguete, ella existe para servirme y satisfacerme, ella solo sigue viva porque su tarea en este sitio es entretenerme con esa cabeza hueca que se carga. Ella no sabe lo que es realmente sufrir, pero le enseñaré.
Odio ver su cara triste cuando descubre que aún soy Saeran ¿Acaso no le basta con tenerme a mí y olvidarse del patético Ray?
Aunque Ray y yo somos el mismo cuerpo, soy mucho mejor que el imbécil de pensamientos infantiles. Yo estoy causando la depravación en esta mujer que tanto ama y no hay algo que pueda hacer ese cobarde. Me encanta hundirla en oscuridad y desesperación, corromperla en mente y cuerpo… Sin embargo, al marcharme me siento vacío, ya no escucho a su voz repitiendo «todo estará bien, Saeran, ahora puedes dormir» mientras reposo sobre su pecho. Espero que sea el idiota de Ray quien está teniendo esta sensación a pesar de ella no pronuncia su nombre.
Esta noche tengo la intención de borrarle la odiosa sonrisa con la que siempre me recibe y quitarle la esperanza que veo en sus ojos porque todavía cree que el débil de Ray regresará.
Ya estoy frente a la puerta de su habitación y estoy ansioso, quiero saber si me ha extrañado… Mi lindo juguete.

Deja una respuesta