«Quédate a mi lado un poco más mientras intento entender que has decidido dejarme porque mi existencia no es suficiente para ti…» pronunció con una sonrisa cálida, pero él solo respondió colocando sus labios sobre los de aquella pequeña mujer para callarla; era una despedida, su estancia entre las paredes grises y ese cuerpo lleno de curvas sensuales fue temporal.
Ya no sentía esa soledad, pues como un bicho había chupado la bondad y luz de la bella dama a través de las caricias y miradas dulces que ella le regaló.
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