Solicitud de regalo (IV-Dulce)

Capítulo III >> Solicitud de regalo III


«Final dulce»


Recuerdo que estaba durmiendo plácidamente sobre su pecho después de haberme venido unas cuántas veces, pero al acomodarme otra vez en la pequeña cama, la descubrí vacía y la luz del lugar encendida por completo.

Me sacudí un poco para quitarme el sueño, sin embargo solo pude darme cuenta de que la jaula se encontraba cerrada con el candado y la cadena de mi collar estaba atorada a un tubo metálico al costado de la cama. Escuché pasos en la escalera y observé como cautelosamente mi esposo se acercaba hacia donde yo me encontraba.

– Despertaste amor. Traje un delicioso platillo para alimentarte, debes estar muy cansada después de todo lo que hicimos – colocó el plato sobre la mesa de la jaula usando una pequeña abertura que ahí había.
– ¿Por qué estoy encerrada, cariño?
– Princesa… – se sentó en el sillón que antes había dejado cerca y miró su copa de vino a medio llenar – ¿Quieres un vino dulce como tu miel?
– Estás ignorando lo que dije, Jumin.
– Te advertí que no me provocaras, que debías saber las reglas del juego antes de jugar; es importante conocer las cláusulas de un contrato antes de firmar, eso fue lo primero que aprendí de mi padre.
– No… –  mi rostro se sintió pálido.
– Todavía es fácil engañarte… Las llaves están junto a la almohada, querida. Úsalas y ven aquí.

Lo miré furiosa, tomé las llaves y quité la cadena del collar, también tomé la almohada entre mis brazos y me dispuse a abrir el maldito candado que me impedía salir de la jaula… Mis pies descalzos me llevaron frente al hombre que me había causado pánico un par de minutos y cuando él apenas hablaría le lancé la cosa esponjosa a la cara con bastante fuerza y me alejé.

– Idiota…

Lo escuché reírse tan natural que, por un momento olvidé el enojo a causa de su broma de mal gusto, entonces sentí como me abrazaba por detrás y enterraba su rostro entre mi cabello suelto.

– Lo siento, amor. Tu respuesta genuina ha sido maravillosa… ¿Querrás jugar conmigo aquí en otra ocasión? Te amo, pero eso no significa que te desee encerrada, solo necesito tenerte a mi lado, es suficiente para sentir paz.

Jumin Han

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