Hacía tiempo que Candysh no se sentía confundida, no desde que arruinó a una persona que la amaba y de eso ya han sido diez meses, se encerró y prometió no abrir nuevamente espacios en su vida.
… Y es que sino te hubiera perdido todo sería distinto, mis sonrisas estarían contigo y aún estaríamos haciendo viajes pequeños a lugares preciosos olvidándonos de aquellos personajes que rompieron nuestros corazones. Animando una a la otra, siendo bonitas y tomando fotografías a cada segundo de nuestras aventuras.
Eras esa persona que me alentaba a amarme y ser libre, a mirarme tan natural y no tener miedo de lo desconocido.
Aún no comprendo porqué me atreví a lastimarte, sigo sin saber porqué mi egoísmo fue tan grande para arrebartarte la sonrisa tan brillante que tenías.
Tú confiaste en mí, yo me encargué de destrozarte.
Todavía estoy segura de que si se inventara una máquina del tiempo, lo único que cambiaría en mi vida sería ese segundo en que elegí mal, entonces no te habría perdido…
No estaría hundida ni refugiándome en cosas inexistentes detrás de mis máscaras, esas que tú ya habías quitado con mucho esfuerzo haciéndome brincar de acantilados para caer en aguas profundas o caminando kilómetros en montañas solo para ver los hermosos paisajes que la vida nos tenía.
A veces pienso que han pasado años desde la última vez que nos vimos, pero en realidad ni siquiera es uno y hoy me dio por extrañarte porque me di cuenta que estoy escondiendo mis sentimientos en esas letras con desconocidos, otra vez.
Te amo, amo la amistad que teníamos, pero no fue suficiente para mí que buscaba envenenar al mundo, eras tú quien me detenía…
¡Mira el precio que pagaste por ser tan dulce conmigo! No te preocupes, desde entonces yo me encargo de devolver cada pesar que te causé llorando todas las noches y lamentando tu ausencia.
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