Jumin Han – Bad Relationship

El hombre de traje estaba sentado frente a su escritorio revisando los últimos documentos del día, después de eso se marcharía a su penthouse para descansar junto a sus dos damas, Elizabeth III y la castaña, esa mujer que hacia poco se había mudado con él dejando de lado la preparación de la fiesta para la RFA.

No pasaron más de cinco minutos cuando su puerta se abrió y la asistente Kang asomó la cabeza con un semblante serio, más que el acostumbrado que comparte a diario en la empresa.

— Sr. Han… La señorita MC esta aquí ¿Cuál es su indicación?

— Hazle pasar, por favor, asistente Kang… — respondió con un tono de incertidumbre, pues no entiende el motivo de la visita si en poco tiempo él sería quien estuviera entrando al penthhouse.

La asistente de cabello corto y lentes abrió por completo la puerta para dar espacio a la chica que actualmente se había robado la atención del multimillonario director de C&R. Se deslizó hasta el centro de la habitación con una maleta de ruedas rompiendo el silencio entre las tres personas.

— Gracias, asistente Kang; puedes retirarte temprano de la oficina — se puso de pie, caminó por un costado de la castaña hasta llegar con su asistente.

— ¿Esta seguro, Sr. Han? Puedo finalizar lo que usted se encontraba haciendo.

— No es necesario, ya lo he terminado — y después de que ella asintiera con la cabeza para luego retirarse, el joven cerró la puerta con llave.

Jumin se dio la vuelta y colocó sus manos en los bolsillos, la miró con ojos expectantes desde donde se encontraba, él no comprendía la razón de la mujer por aparecer junto a una maleta, claramente no era un viaje sorpresa. Ella lucía realmente distinta a como suele comportarse alrededor de él.

— Exijo saber qué es lo que sucede, MC.

— No deseo escuchar otra vez la forma en que hablas de otra.

— ¿Has perdido el interés en mí, MC? — la mujer suspiró de forma pesada ante estas palabras — Tu rostro muestra la incomodidad si menciono a Rika… ¿A eso te refieres con «otra»? Porque es evidente que por mi padre, no entable relaciones más allá de lo laboral con féminas.

— Ella suena en la mayoría de nuestras conversaciones y me he fastidiado ya… — estrujaba sus manos con cierto nerviosismo.

— ¡Irónica forma de perder tu tiempo cuando yo solo deseaba tu compañía! — caminó hacia la chica y frente a ella, le acomodó el saco azul que la adornaba.

— Jumin, no me comprendes, realmente eres especial, pero no nos estamos entendiendo… El mundo no gira entorno a ti.

Alejó las manos de su acompañante y acomodó la corbata en si mismo, las emociones comenzaban a enredarle el pensamiento y buscaba la manera certera de hacerse entender ¿Qué palabras necesitaba ella para compartir la importancia de la rubia?

Inclinó la cabeza hacia la izquierda, ella aún era su debilidad ¿Cómo dejarle ir?. Su mente estaba evaluando los posibles escenarios y buscando la forma más eficaz de mantenerla consigo…

—Este sería el momento apropiado para comentar que no te debo explicaciones, mas lo haré porque te consideré importante para mí desde el inicio — la tomó del brazo para llevarla hacia el escritorio y continuó hablando — Así que después de haberme explayado, será tu decisión si continúas con suposiciones del pasado entre ella y yo.

Con delicadeza, tomó la cintura de la joven y elevó el cuerpo femenino sobre el mueble de color negro para sentarla.

— ¿Qué haces? ¡Jumin!

Dio una sonrisa y prosiguió quitando el abrigo de la joven, el brazo izquierdo, ahora el derecho. Lo colocó en una de las sillas a su costado y acomodó un mechón de cabello castaño.

— En cierto modo yo tenía el control de mis emociones, por lo que si tu pregunta no pronunciada es sobre qué sentimientos experimenté hacia Rika, no existió alguno que se relacionara al romántico — desabotonó su saco oscuro y sin prisa lo quitó, la prenda le haría compañía al que ya estaba en la silla — La situación era transparente, MC. Ella era la pareja de V — hizo un ademan con la mano derecha y enseguida ya se estaba encargando de desabotonar su chaleco y quitarlo lentamente.

— ¿Será el tema de nuestra última conversación, Jumin? — respondió energícamente la castaña mientras lo miraba con recelo, él la ignoró.

— Sin embargo, eso no evitaba que yo me percibiera natural cuando Rika estaba a mi alrededor, se volvió mi amiga — se retiró la corbata y la balanceó frente al rostro femenino — Tal como sucedió contigo, pero tú te hiciste de mis más íntimos pensamientos.

Como respuesta autómatica, la joven juntó sus manos y vio el modo tan sutil en que sus muñecas eran atadas con el pedazo de tela que previamente había adornado el cuello del director. Ella cerró los ojos y dejó escapar un quejido, las ataduras fueron hechas con más fuerza de lo habitual.

— Cuando la conocí, ella lo tenía todo… O eso creí, pero debes entender que yo fui alguien más a quien le tendió la mano y le ofreció cariño sin escatimar — abrió los tres broches de la blusa blanca que la mantenían cerrada y admiró sus adorables senos — Ella también me apreció porque yo era el mejor amigo de V.

— ¿P-por qué haces esto? — los quejidos se volvieron suspiros diminutos, pequeñas reacciones a lo que él iba haciendo.

— Así como para V soy normal, para ella yo era un humano promedio — él continuó hablando sin atender sus preguntas, en cambio, paseó la punta de su dedo índice entre el cuello y la clavícula solo para llegar hasta el ombligo — Ella miró a través de mí como lo hacía con cualquier otra persona… —colocó su mano libre por debajo de la falda y le acarició el muslo izquierdo, para ser más exacto, él tocaba la parte interna al ritmo en que continuaba su discurso hasta el punto de rozar la ropa interior — Ella atravesó mi carácter impóluto, serio, no se basó en la imagen caballerosa y elegante, esa que todo el mundo señala al conocerme como si de una cualidad excéntrica se tratara. Ella se percató de las emociones que yo escondía, sus ojos siempre me analizaban, ella dedujo la forma en que mi personalidad fluía dependiendo el entorno.

La joven no pudo evitar gemir al mismo tiempo en que las palabras de Jumin le hacían sentir dolor, comparación del amor que ella le daba a lo que él opinaba de la fundadora de la RFA. Él se detuvo y clavó su atención en el rostro resentido de la mujer.

— Aún tienes esa mirada… Solo muestra dolor y desconfianza, MC ¿No comprendes mi honestidad? —le subió la falda a la cintura y sin autorización, deslizó las bragas de su castaña solo para dejarlas en el suelo —He dicho que yo nunca consideré mis sentimientos hacia ella como un enamoramiento.

El escenario que había detallado en su cabeza no cumplía con nada de lo que realmente estaba sucediendo dentro de su oficina; sin embargo, centró la atención en los muslos desnudos y en aquella parte íntima que varias veces, por no mencionar que muchas, había degustado a su capricho.

— Yo… No deseo seguir hablando de Rika ¡Estás comparándome! — las palabras escaparon de la boca femenina, el motivo eran los dedos hurgando en su intimidad — Ju-Jumin…

—¡Hmmm!… Tu expresión parece preguntar «¿Por qué?» — introdujo dos dedos en la chica y palpó suavemente el interior húmedo por unos segundos, posterior a eso se ocupó de entrar y salir despacio repetidamente — ¿No es algo obvio? Rika no sería mía, entonces dime MC…¿Para qué invertir tiempo en reflexionar con atención y detenidamente el romanticismo en una situación imposible?

— E-eres un idiota, Jumin… — aún si sus manos estaban inmovilizadas, atrapó el cuello entre sus brazos y besó al hombre con un toque de desesperación.

El pelinegro correspondió a la unión de labios exigida por su encantadora MC, mientras le sostenía de la espalda baja y jugaba entre las piernas de piel tibia. El mar de emociones en su propio cuerpo resultaban en una erección que comenzaba a doler, en una necesidad de poseerla y castigarla lentamente.

Se libró de ella por un momento y dio tres pasos hacia atrás, no se cansaría de admirar a aquella mujer frágil y sumisa cuando se trataba de sexo.

— Admito que durante mucho tiempo creí que Rika sería la única mujer en comprender lo que yo necesitaba para salir de mi burbuja laboral — pronunció mientras bajaba la cremallera e introducía la mano en el pantalón para liberar su miembro — Ella fue la única con quién establecí un lazo de cariño…

— ¿La única? ¿Siempre fue así?

— Hasta que te hiciste presente en la RFA y consideré como genuino tu interés hacia mí, sabías escucharme y tu paciencia conmigo me hizo sentir comprendido — se acercó otra vez a ella mientras se acariciaba el pene para ponerlo completamente duro — Mas insistes en marcharte sin razón alguna.

Se colocó entre las piernas de la mujer y la rodeó con un brazo entre tanto ella repitió aquel acto en colgarse del cuello del joven.

— Esa razón tiene nombre y lo pronuncias cada puto día desde que nos conocimos — reclamó la dama.

La sonrisa torcida del pelinegro brilló, no era experto en resaltar sus sentimientos ni emociones, aunque contara con amplio vocabulario, se encontraba en la difícil tarea de relacionar la sensación y la situación. Sin más preámbulos, colocó la punta de su miembro en la entrada de la castaña y empujó suavemente.

— Cada puto día… ¡Vaya! ¿Obtuviste lo que deseabas, MC?… — entró por completo en ella y le susuró en el oído — Ahora me doy cuenta que Rika fue la única mujer pura y desinteresada a mi alrededor.

— Idiota — profirió mientras se aferraba al hombre usando sus piernas.

Sin mediar una palabra más, embistió a la pequeña castaña una y otra vez gozando de su interior húmedo y cálido, de sus gemidos como melodía, de sus senos frotándose contra su camisa, del enojo y celos que ella mostraba aún sí estaba excitada sobre el escritorio del hombre.

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