¿Cuánto más debo beber para silenciar estos pensamientos en los que solo apareces tú?… Siempre fuiste una figura frágil que solía cuidar de mí.
Necesito ahogar tu épico recuerdo lo más pronto posible, regresar a mi monótona vida en la cual solo me ocupaba de trabajar incansablemente y de alimentar a un gato.
Soy patético ¿No lo previste, MC?
Tú opinabas que mi persona era de carácter fuerte, alguien que no se rompe ante sucesos insustanciales, pero me bastó conocerte para comprender que era otro humano con inseguridades hábilmente escondidas.
No deseo entender porque te marchaste; sé que no importó cuántas veces dije la verdad sobre mis sentimientos y amarte… Cuando tus labios en carmín pronunciaban tu amor para mí, yo suponía que también era auténtico, quise creerlo así.
¿Por qué mentirías? ¿Lo hiciste? ¿Jugaste con los sentimientos del tipo idiota con dinero?
¡Maldición, cariño!
Y admitir que extraño la calidez de tu cuerpo, tu cadera en un vaivén delicado, un simple y estúpido abrazo; eso que en pocas ocasiones tuve en mi vida…
Una muestra de afecto sincera.
Una que claramente no provino de ti.»
Deja una respuesta