─── ¿Se te perdió algo, imbécil?… ─── escupió las palabras sobre el tipo frente a él, parecía que ya lo estaban esperando.
Una clara emboscada al vicecomandante de la Tokyo Manji.
El desconocido sin un atisbo de respeto le ha chasqueado la lengua y otros cuantos más han llegado por la espalda de Ryūguji; probablemente esos jóvenes no tenían ni la mínima idea de quién era el portador del dragón. A su parecer eran unos simples idiotas haciendo el recado. Así que Draken les daría la oportunidad de disculparse y correr antes de que su humor cabreado cambiese a uno más animado porque golpear siempre le resultaba divertido.
─── Deberías marcharte junto a tus amigos, a menos que tengamos algo que arreglar… Sabes, realmente tengo curiosidad sobre qué es.
La expresión de su rostro mezclada con arrogancia es lo último que recordarían del rubio con trenza, porque planeó dejarlos inconscientes para evitar contratiempos en un futuro.
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